Después de muchos años, la herencia recibida por el Linaje Huanacuni, de procedencia del HAYA MARA ARU (del inicio de los tiempos), renace para el conocimiento de la comunidad de la fuerza emergente. Nuestra civilización, la civilización Andina, hace un llamado a toda expresión de vida, para volver a la PACHA.
INTRODUCCIÓN.
Dicen algunos estudiosos que “el calendario es una estructura para comprender la relación entre tiempo y poder ”, y proponen que cualquier sociedad que quiera tener perspectiva en la historia, debe entender el tiempo, porque todo el desarrollo de una sociedad depende de su calendario. Los abuelos enseñan que los parámetros que el tiempo brinda, permiten el conocimiento de la expresión gradual del Universo.
Nuestros abuelos, conocían los ciclos del Universo y los dividían en etapas de 9, 50, 500, 2000 y 4000 años básicamente, pues cada una de estas etapas expresan cambios en el proceso de la historia.
La comprensión de los ciclos de la naturaleza, se genera en la transición que atraviesa el ser humano, de la etapa de ser nómada a ser sedentario, en el sentido de empezar a relacionarse con la agricultura, esencialmente. Es donde surge la necesidad de hacer el calendario como una medida de tiempo y de relación con todo el Universo para medir los ciclos.
El calendario que conocemos hoy como universal, es el Calendario Gregoriano, llamado así porque fue promulgado por el Papa Gregorio XIII, después de la conversión de Roma al Cristianismo. Hubo un calendario anterior, que si bien tenía mayor coherencia que este último, fue sometido a una manipulación mayor aún. Se trata del Calendario Juliano, que fue instaurado en honor a Julio César.
Es importante saber que los fundamentos bajo los cuales se pusieron en vigencia estos calendarios, no tenían nada que ver con la exactitud de la observación astronómica, sino más bien con aspectos de carácter político-religiosos, vinculados a la búsqueda de expansión del poder en estos aspectos.
Y es de esta forma que se ha venido construyendo la civilización de Occidente, motivada por los intereses de unos cuantos sectores y por lo tanto, totalmente al margen del entorno. Como si los seres humanos pudiésemos vivir al margen del cosmos, de la naturaleza. En las culturas ancestrales por el contrario, esta relación siempre ha sido tan clara e inherente. Los calendarios ancestrales siempre fueron luni-solares, es decir, en relación con la luna y con el sol, pues éstos constituyen los relojes maestros del universo.
Entonces la importancia de recuperar el calendario andino, no sólo tiene que ver con algún tipo de reivindicación, sino con la urgencia de volver a unirse al ritmo, a la vibración, a las pulsaciones del universo. Esta unión es la que va a permitir una nueva percepción de la vida.
ANTECEDENTES.
CALENDARIOS ANTIGUOS
Los antiguos babilonios tenían un calendario luni-solar de 12 meses lunares de 30 días cada uno, y añadían meses extras cuando necesitaban mantener el calendario en línea con las estaciones del año. Los antiguos egipcios fueron los primeros en sustituir el calendario lunar por un calendario basado en el año solar. Midieron el año solar como 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, con 5 días extras al final. Hacia el 238 a.C. el rey Tolomeo III ordenó que se añadiera un día extra cada cuatro años, que era por lo tanto similar al moderno año bisiesto. En la antigua Grecia se utilizaba un calendario luni-solar, con un año de 354 días. Los griegos fueron los primeros en intercalar meses extras en el calendario sobre una base científica, añadiendo meses a intervalos específicos en un ciclo de años solares.
http://www.fortunecity.com/westwood/chanel/270/kronos/calendarios.htm
http://www.amen-amen.net/especiales/anonuevo6.htm
http://www.phy6.org/stargaze/Mcalendr.htm
CALENDARIO ROMANO
El original calendario romano, introducido hacia el siglo VII a.C., tenía 10 meses con 304 días en un año que comenzaba en marzo. Dos meses más, enero y febrero, fueron añadidos posteriormente en el siglo VII a.C., pero como los meses tenían solamente 29 o 30 días de duración, había que intercalar un mes extra aproximadamente cada segundo año. Los días del mes eran designados por el incómodo método de contar hacia atrás a partir de tres fechas: las calendas, o primeros de mes; los idus, o mediados de mes, que caían el día 13 de ciertos meses y el día 15 de otros; y las nonas, o el noveno día antes de los idus. El calendario romano se hizo enormemente confuso cuando los funcionarios que tenían encomendada la adición de días y meses abusaron de su autoridad para prolongar sus cargos o para adelantar o retrasar elecciones.
http://club.telepolis.com/pastranec/interesantes/calenrom.htm
http://www.nrhispania.org/calendario/index.html
CALENDARIO JULIANO
Los antiguos meses de los romanos, eran: 1º, Martius, 2º, Aprilis, 3º, Maius, 4º Junius, 5º, Quintilis, (obsérvese que desde este mes hasta el décimo, el nombre es simplemente el del número de orden que ocupan en el calendario); el 6º, Sextilis, el 7º, September, el 8º, October, el 9º, November y el 10º, December. Más adelante se añadió un undécimo mes, el Februarius, al final del año; por ser éste el último mes del año, se convirtió en el mes sobre el que se hacían los ajustes. Ajustes obviamente no con criterios astronómicos, sino políticos. Finalmente se adicionó un duodécimo mes, Januarius, que se colocó al principio del año.
Al poner orden Julio César en el calendario el año 45 a.c., asesorado por el astrónomo alejandrino Sosígenes, no se preocupó de recuperar la coherencia léxica para los meses September, October, November y December, que dejaron de ser los meses séptimo, octavo, noveno y décimo, para convertirse en noveno, décimo, undécimo y duodécimo respectivamente. Reemplazó el año lunar de 355 días por un calendario estrictamente solar de 365 días y de 366 días cada cuatro años. Este calendario, conocido como calendario juliano, además de establecer el orden de los meses y los días de la semana tal como figuran en los calendarios actuales, modificó el nombre del mes Quintilis por Julius (julio), en honor suyo por ser el mes de su nacimiento.
El año juliano quedó pues con los 12 meses que hoy conocemos, teniendo enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre (los meses impares) 31 días, y los demás (los pares) 30, incluido febrero en los años bisiestos. Posteriormente, el mes Sextilis recibió el nuevo nombre de Augustus (agosto) en honor de Augusto, que sucedió a Julio César, sólo que no pudo consentir que el mes de julio (en honor de Julio César) tuviese 31 días, y el mes instituido en su honor, agosto, tuviese sólo 30. Así que deshizo el orden de meses alternos, y le puso también 31 días al mes que llevaba su nombre. Se lo tuvo que quitar a febrero, al que dejó con 28 los años no bisiestos, y 29 los bisiestos.
Algunos expertos mantienen que Augusto estableció la duración de los meses que utilizamos actualmente.
http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_juliano
CALENDARIO GREGORIANO
En 1582 el Papa Gregorio XIII promulgó el nuevo calendario, llamado Gregoriano .Habían pasado más de 1.600 años de vigencia del calendario Juliano y los pequeños desajustes se habían hecho ostensibles al cabo de tanto tiempo. El calendario civil se había retrasado 10 días respecto al calendario astronómico; por lo que Gregorio XIII tuvo que decretar en 1583 el salto del día 10 al 20 de diciembre. Ese año, diciembre tuvo sólo 21 días.
El nuevo calendario fue inmediatamente adoptado en todos los países católicos, pero el resto del mundo tardó en aceptarlo, siendo Rusia y Grecia los últimos países que lo adoptaron en 1918 y 1923, respectivamente. Hoy está vigente en casi todo el mundo occidental y en partes de Asia.
El calendario gregoriano recibe también el nombre de cristiano, porque emplea el nacimiento de Cristo como punto de partida. Las fechas de la era cristiana son designadas a menudo con las abreviaturas d.C. (después de Cristo) y a.C. (antes de Cristo). Aunque el nacimiento de Cristo fue originalmente fijado el 25 de diciembre del año 1 a.C., los investigadores modernos lo sitúan ahora hacia el cuarto año de nuestra era.
La cuenta del año empezaba el 25 de Marzo, y se desplazó hacia el 25 de diciembre y el 1 de enero, en que se conmemora el nacimiento de Cristo (está clara la incongruencia de celebrar en días distintos el nacimiento de Cristo y el principio del año, cuando se pretende que la cuenta de los años empieza en este acontecimiento).
Como se ha indicado, el calendario gregoriano es básicamente un calendario cristiano. El calendario oficial de la Iglesia cristiana es la relación anual de las fiestas, los días de los santos y las festividades de la Iglesia, con las fechas del calendario civil en las que tienen lugar. Estas incluyen las fiestas fijas, como Navidad, y las fiestas móviles, que dependen de la fecha de Pascua. El calendario más importante de la Iglesia primitiva fue compilado por Furius Dionisius Philocalus hacia el año 354. Después de la Reforma, la Iglesia Luterana alemana conservó el calendario romano, lo mismo que la Iglesia de Inglaterra y algunas otras Iglesias anglicanas. Las principales estaciones del calendario eclesiástico observadas por la mayoría de los cristianos son, por orden, Adviento, Navidad, Epifanía, Cuaresma, Pascua, Ascensión, Pentecostés y Trinidad.
http://club.telepolis.com/pastranec/interesantes/calengre.htm
OTROS CALENDARIOS
El calendario judío, que procede del antiguo calendario hebreo, ha permanecido inalterable desde el año 900 aproximadamente. Es el calendario oficial del moderno estado de Israel y es utilizado por los judíos en todo el mundo como un calendario religioso. El punto de partida de la cronología hebrea es el año 3761 a.C., la fecha de la creación del mundo según se describe en el Antiguo Testamento. El calendario judío es lunisolar, basado en meses lunares de 29 y 30 días alternativamente. Se intercala un mes extra cada tres años, de acuerdo con un ciclo de 19 años.
Otro calendario religioso fundamental es el calendario islámico, utilizado en casi todos los países musulmanes. Se calcula a partir del año 622, el día posterior a la Hégira, o salida de Mahoma de La Meca a Medina. El año islámico consta de 12 meses lunares.
CALENDARIO ANDINO.
Principalmente el Calendario Andino contempla una referencia astronómica; se trata de un calendario luni-solar, ya que está enmarcado bajo las fases del sol y de la luna. Está dividido en trece meses de 28 días cada uno, con cuatro semanas de siete días, correspondientes a las cuatro fases lunares. En total se hacen 364 días, lo que conforma un año y el día que falta para completar los 365 días, está dedicado a la ceremonia del sol, éste o estos días (en el caso de años bisiestos) son llamados: WILLKA URU (en aymara) e INTI RAYMI (en quechua), y que coinciden con el inicio del Año Nuevo Andino, el 21 de Junio.
La celebración de cada Año Nuevo Andino, coincide también con el Solsticio de Invierno; una de las cuatro fases del recorrido del sol (dos equinoccios y dos solsticios). Esta etapa de inicio no sólo tiene que ver con un nuevo año, sino con el comienzo de un nuevo recorrido del sol, visto desde esta parte del planeta.
En Tiwanaku podemos observar, que la ubicación del Templo de Kalasasaya, y la de algunos elementos en su interior, tienen que ver con los cambios de la trayectoria del sol con respecto al planeta, marcando los cambios de estación y por consiguiente, la emanación de diferentes tipos de energía generados por el sol, que además coinciden con algunos lugares energéticos de gran trascendencia.
Así tenemos que :
• La salida del sol, para el 21 de Junio, coincide con los picos del Illampu.
• La salida de sol, tanto para el 21 de Marzo, como para el 21 de Septiembre, está alineada con el Huayna Potosí.
• Y la salida del sol, para el 21 de Diciembre, está alineada con el llimani.
Gráfico Nº 1
Existen dos formas de contar los meses:
- Lunar movible: Está ligado a las fases lunares. Se cuenta de una luna nueva a otra luna nueva.
- Solar estático: Dividido en 28 días fijos, conformando 13 meses, y un día ceremonial, el 21 de Junio, dedicado a unir las energías del cielo y de la tierra. Cada cuatro años se tienen dos de estos días ceremoniales, por ser años bisiestos.
¿ Cómo nace la división del mes en 28 días ?
En el idioma Aymara, “Phaxsi” se entiende de dos formas que van relacionadas: significa “mes” y también “luna”, lo que implica una clara relación entre ambos; las cuatro fases lunares (nueva, creciente, menguante y llena) con una duración cada una de siete días aproximadamente y las cuatro semanas que tiene un mes, dando en ambos casos ciclos de 28 días.
La experiencia nos muestra que es importante adecuarse a los ciclos del Universo, porque es así que surge la armonía con la naturaleza, que es uno de los principios del mundo Andino, como de muchas otras civilizaciones ancestrales del planeta.
Grafico Nº 2
Antigüedad del Calendario Andino.
Actualmente uno de los calendarios ancestrales que ha sido oficialmente aceptado desde el año 1992 para esta región (Ecuador, Perú, Bolivia, Norte Chileno y Norte Argentino), es el Calendario Quechua, según el cual estaríamos en el año 5511, el mismo que corresponde a la medida y conteo del mundo quechua, y ha sido aceptado para fines de poder unificarnos y empezar a dialogar, usando un mismo lenguaje. Esta cifra desde ya nos da la pauta de que existe una historia de más del doble de lo que considera Occidente (que sólo contempla alrededor de 2600 años; 2003 años más seis siglos antes de Cristo). Y de hecho según estudios e investigaciones de científicos entendidos en la materia, se puede llegar fácilmente a comprobar incluso hasta 6000 años de historia.
Sin embargo, recordemos que el mundo andino abarca etapas que son anteriores al mundo quechua; si hablamos de los “Urus” por ejemplo, es posible remontarnos a los inicios de la historia de Los Andes. Tan sólo si intentamos retroceder a lo que fue Tiwanaku, vamos a encontrar que definitivamente el mundo aymara es más antiguo.
Y un calendario aún más ancestral fue recuperado de la Provincia Pacajes, y que por cierto, donde han dado mayor atención y ayuda para recuperarlo es en el Norte Chileno. Cabe destacar también que, antiguamente Pacajes abarcaba parte de las costas de Perú y Chile, además de una parte muy extensa de Bolivia.
“Pacajes”, viene de los términos aymaras Paca – Jaques, que significan “hombres águila”, y por lo tanto “hombres que traen la luz”.
Por una serie de factores, entre ellos que los españoles consideraban a esta región como una zona inhóspita, Pacajes conservó, mucho más que otras regiones, mucho de la cultura andina. Una de las cosas que no se perdió, fue el conteo de los años, en un calendario que ya superó los 40000 años de historia.
La estructuración de los años se maneja como se muestra en el gráfico Nº 3. Lo escalonado es un arquetipo que aparece en la arquitectura de Tiwanaku y en general en las pirámides que se han encontrado en América. Como podemos observar, una luna consta de 20000 años y está compuesta de cinco soles, teniendo cada sol una duración de 4000 años. De tal forma que nos encontraríamos en el primer sol de la tercera luna.
Gráfico N º 3
Cada fragmento (como el que está contenido en la lupa), es de 500 años. En el gráfico siguiente vemos que se tienen 8 fragmentos en cada sol, el mismo que dura 4000 años, de los cuales 2000 son de ascenso y 2000 de descenso. A estos procesos de ascensos y descensos, los historiadores llaman la ciclicidad de los tiempos.
Gráfico Nº 4
Dentro de este primer de la tercera luna, nos encontraríamos en el primer fragmento de 500 años que se inició el año 1992. El año 1992, terminó un ciclo para Los Andes; una etapa fatal. Un proceso de descenso que duró 2000 años y que hasta ese año tocó fondo. A partir de entonces, comenzamos un nuevo tiempo, un nuevo sol, por lo tanto, una nueva expresión.
Estos nuevos 2000 años que estamos comenzando a recorrer, tienen un común denominador, un virus que se ha activado, el virus de la COMUNIDAD; éste es el nuevo lenguaje de este tiempo, todos van a comenzar, en realidad ya han comenzado a hablar de “comunidad”. Entendiéndose el término “virus” en su expresión cabal; sabemos que no sólo existen virus destructivos, muchos otros sirven como “antivirus” que van a equilibrar ciertos efectos o procesos.
Así que “COMUNIDAD” es el antivirus que el proceso anterior necesitaba para comenzar a cambiar su expresión, una expresión que ha estado fuertemente marcada por el “individualismo”. Si nos remontamos en la historia, para lo cual vamos a apoyarnos del siguiente gráfico, veremos que después de alcanzar su expresión más alta la historia de los pueblos el año – 8, coincidiendo con el último proceso de desarrollo de Tiwanaku, se da fin a una etapa para ingresar en un franco descenso; el Consejo de Tiwanaku se retira a las montañas.
Gráfico Nº 5
A partir del año –8 , se activa ese virus de “individualismo”; por lo que los seres humanos van cambiando su forma de sentir y por tanto su forma de vida. Los seres humanos se van separando y fortaleciendo en sí mismos. Conforme el proceso va avanzando (en este caso en descenso), esta expresión se va fortaleciendo también y alcanzando expresiones cada vez más fuertes.
El año 492 empiezan las guerras intestinas de los señoríos aymaras, conforme a la implementación de este virus que los lleva a disgregarse y comenzar a disputarse espacios de poder. Cerca de haber cumplido 500 años más desde el 492, fueron enviados a todo el reino los 4 hermanos Ayar con sus respectivas parejas, a fin de poder reestablecer el orden. Una de esas parejas era la de Manco Capaj y Mama Ojllu, de entre 14 y 16 años de edad.
Desde el año 992 se desarrolla el Tahuantinsuyo hasta alcanzar su máximo esplendor 500 años después. Nos referimos a 1492, año en que llegan los españoles y a partir del cual se ingresa al proceso más duro de descenso de la historia andina que se extiende hasta 1992.
Desde 1992, los Consejos han estado peregrinando para recuperarse. Y esto ha ocurrido en tres puntos específicos de América. En un templo de Norteamérica, llamado Aztlan, en Centroamérica convergieron en Teotihuacan y en Sudamérica en Tiwanaku. En estos tres puntos y además un punto central en el Océano Pacífico, en 1992 se realizaron ceremonias para recibir este Nuevo Sol.
Este nuevo “virus” activado el año 1992, hace que la humanidad retome nuevamente el lenguaje de COMUNIDAD. Desde ese año si nos ponemos a analizar, surge una tendencia más fuerte que nunca de los países de querer encontrar denominadores comunes para poder unificarse. El ejemplo lo dio la Comunidad Económica Europea. No se trata únicamente de tener una moneda en común, sino de un arquetipo, el simbolismo de un nuevo lenguaje. De igual forma el MERCOSUR, el MERCONORTE, la globalización, aunque no estén libres del todo de arquetipos de individualismo, responden a una intención de querer unificar algo.
Una de las cosas que se pudieron ver por ejemplo, en las jornadas de Octubre de este año, en nuestro país, es que los líderes políticos y sindicales, fueron rebasados por “las masas”, Es algo que ni ellos mismos están comprendiendo; este proceso de expresión del virus de “comunidad”, de colectividad, que supera al hecho de esperar a que “alguien” realice una convocatoria al pueblo, pues éste se convoca a sí mismo de forma espontánea. Mientras los dirigentes están planificando, el pueblo ya está en las calles. Los líderes resultan “corriendo detrás del pueblo para la foto”.
Y es que ya no hay lugar para los “individuos” en este nuevo tiempo, la importancia que tenía la categoría de “líder” se está diluyendo cada vez un poco más. El lenguaje ahora es el “Consejo”, la “comunidad”, el “consenso”.
Bolivia y el mundo entero se encuentran en una transición muy importante, en la que se les está dando la oportunidad de comenzar a tener consenso. Principalmente para nuestro país, es imperativo apuntar hacia la formación de Consejos, hacia una unificación de todas las comunidades, de expresiones étnicas, raciales, departamentales, etc.
Necesitamos estar lúcidos y entender la ciclicidad de la historia, saber en qué momento un proceso asciende y otro desciende. Pero además de esta expresión material, para el mundo Andino existe una expresión espiritual, que se considera aún más importante.
A diferencia de los historiadores y en general la cultura occidental, que sólo consideran los aspectos materiales, para el mundo Andino existe un mundo visible y otro invisible; materia y espíritu, que se manifiestan en todos los niveles de la vida; del ser humano, de los pueblos y del universo en su conjunto. Y también sabe que estos dos mundos o expresiones son inseparables. Mientras hay un ascenso material, hay un descenso espiritual y mientras hay un descenso material, hay un ascenso espiritual.
Este es un proceso que está perfectamente representado por la CHACANA (la cruz del sur, la cruz andina), como en el gráfico que se muestra a continuación:
GRÁFICO Nº 6
Lo que trae consigo este Nuevo Sol
Los procesos iniciales de cada nuevo sol (de cada proceso de cuatro mil años), se dividen en dos etapas de nueve años, en total 18 años. Cabe destacar la importancia del número 9 para la cultura andina (incluídas todas las cifras que al sumarse sus dígitos el resultado sea 9) y en general para muchas culturas ancestrales como un arquetipo de medida del universo. Entonces la primera etapa de cada nuevo sol, constituye el proceso de destrucción del proceso anterior, y los segundos nueve años, constituyen el proceso de construcción de los nuevos tiempos.
GRÁFICO Nº 7
El punto de inicio de este nuevo sol es el año 1992, ahora, si sumamos nueve años al año 1992, tenemos el año 2001 y sumando nueve más a éste, el año 2010. De 1992 a 2001, se da la época más crítica del proceso de cambio de la historia, y si revisamos qué ocurrió en la historia en esos años, vamos a encontrar cambios que la humanidad no se imaginó jamás; la caída del Muro de Berlín y la culminación de la Guerra Fría por ejemplo, desde ese año también dejaron de tener trascendencia las tendencias de izquierda o de derecha extremas, cambiaron aspectos filosóficos, políticos, cambios de valores, etc., y también ocurren cambios en la expresión de la tierra, la Pachamama; la ciclicidad del clima por ejemplo ya no es la misma, ya no tenemos estaciones tan marcadas; las olas de calor, en fin muchas cosas están cambiando. Fue la etapa de remoción de las viejas estructuras.
Desde el año 2001, han comenzado a estructurarse los principios de la nueva expresión de la tierra, de los seres humanos, de las estructuras político-sociales, incluso nuevas formas de vida; la vida está siendo cuestionada, fragmentada, manipulada, a partir de conocer más a fondo el código genético. Estamos en una etapa de consolidación de las nuevas estructuras a todo nivel.
Ahora, el calendario andino muestra dos años de diferencia entre las expresiones visible e invisible, ó de la expresión sutil a la expresión material. Dos años después de 1992, el año 1994, ocurre el eclipse de sol en el Salar de Uyuni. Sabemos que todo eclipse siempre lleva un mensaje para el lugar donde ocurre; si el sol o la luna cambian, cambia la humanidad también. Igualmente, sumando nueve años a 1994, tenemos el año 2003, y el 2012 después.
Recordemos que el año 2003 (dos años después de 2001), en el mes de mayo, para ser exactos, ocurre un eclipse lunar en la Amazonía, como antípoda del solar.
Nueve años después del 2001, es decir, el año 2010, para el mundo andino será el año del “AMUKI”, el año del silencio. Como expresión material del año 2010, el año 2012 se esperan cambios de vital importancia para nuestra región.
La llegada del “PACHAKUTI”.
Es importante saber que por mucho tiempo, la energía activa estuvo centrada y por lo tanto expresada, en el Tibet, y al otro lado como contraparte, haciendo equilibrio, estaba la energía pasiva, centrada en Los Andes. Estas fuerzas o energías que los científicos han denominado viento solar, llegan a la tierra y son captadas no directamente, sino por los polos; al llegar a la tierra esta energía se divide en lo que podríamos llamar energía positiva y energía negativa o energía activa y energía pasiva (chacha – warmi).
Desde 1950 cambia la polaridad y empieza un recorrido hacia la inversión de estas dos fuerzas; se da un desplazamiento por la parte norte y otro por la parte sur, para, a partir del año 2010 – según el mundo andino-, comenzar a convergir en el Lago Titikaka. Dos años después, el año 2012, se espera otro fenómeno astronómico lunar y/o solar, que va a unir la energía de Los Andes con la de la Amazonía, la del polo Sur y la del Polo Norte. Este año (2012), representa la fecha dentro nuestra historia, que nos proyecta a la nueva etapa de la civilización Andina, y que coincide con la culminación del calendario que proyectó en su época la civilización Maya .
El Calendario Maya termina el año 2012 y a partir de entonces ellos mismos remiten el proceso de este nuevo tiempo a Los Andes, donde se ha empezado un nuevo conteo desde 1992. Incluso muchas otras culturas ancestrales como de Norteamérica y de la China, tienen muchas expectativas de lo que va a ocurrir en Los Andes. Hay algunas que afirman en sus profecías, que las respuestas a este momento tan difícil al que la humanidad ha llegado, emergerán de “los guerreros del arco iris”, y los guerreros del arco iris son, pues, los guerreros de la Whipala, y por ende, quienes habitan esta región del planeta que tiene su epicentro en el Lago Titikaka.
Conclusiones
Puesto que el calendario gregoriano todavía supone meses de distinta duración, haciendo que fechas y días de la semana cambien con el tiempo, se han hecho numerosas propuestas para un calendario reformado más práctico. Estas propuestas incluyen un calendario fijo de 13 meses iguales y un calendario universal de cuatro periodos trimestrales idénticos. Hasta ahora no se ha adoptado ninguno.
Hoy en día se ha comprobado que la mejor forma de medir el tiempo, es a través de las oscilaciones de los átomos de cesio 133, por su vibración constante, y bajo estos estudios, los científicos han llegado a la conclusión de que la mejor forma de estructurar el tiempo es en años de trece meses de 28 días. Estamos retornando después de muchas investigaciones a algo que ya nuestros abuelos conocían y manejaban perfectamente.
El calendario gregoriano es un instrumento totalmente “desincronizado” de la naturaleza, por su estructura de 12 meses, con 31, 30, 29 y 28 días cada uno y donde ponen un movimiento lunar de 28 días en una plantilla de 30, mezclando parte de dos lunas en un mes. Su uso es estrictamente comercial, pues, para los humanos la única y gran fuerza que mueve el uso del calendario gregoriano, es ver cuándo cobramos, o cuándo pagar las cuentas, si ya llegan nuestros cumpleaños u otras fechas importantes, o cuándo nos vamos de vacaciones. De tal forma, es de esperarse que nuestras vidas también estén al margen de la naturaleza, del universo.
Todas las culturas ancestrales, incluso las europeas, como los celtas, los druidas, tenían esta misma lógica de pensamiento, y por lo tanto una forma de vida unida al universo. Un lenguaje común más allá de los continentes, que contempla la observación y entendimiento del universo, por la sencilla razón de que, todo lo que ocurre en éste, ocurre también en las sociedades y en los seres humanos.
Es tan importante recuperar la verdadera dimensión del tiempo, pues nos permite entender el nuevo tiempo que estamos viviendo, entender los cambios que estamos viviendo. Entender que la historia y la vida misma son cíclicas y muy dinámicas, pues están en permanente cambio, cambios que a veces al ser humano estático le infunden temor, pero que simplemente obedecen a un proceso natural del universo y que si somos capaces de unirnos a él, tenemos la certeza de que no hay nada que temer.
FUENTES:
- Apuntes del Seminario de Visión Cósmica de los Andes, dictado por Fernando Huanacuni. La Paz, 10 de Noviembre de 2003.
- Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation.
(Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003. © 1993-2002 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.)
REDACCIÓN: Cecilia Pinedo
DIAGRAMACIÓN: Paola Caballero - Israel Salazar